Los Mossos d'Esquadra asumen la autoría policial de la lesión a Ester Quintana

Hace 72 horas se cumplía el tercer aniversario de la huelga general del 14 de noviembre de 2012. Aquel día, Ester Quintana perdió un ojo por el impacto de una bala de goma disparada por los Mossos d'Esquadra, segundos confirmó la médico forense y como consta a los informes de la fiscalía y del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona. El consejero Felip Puig lo negó por activa y por pasiva y el director general de la policía, Manel Prat, prometió que dimitiría si se demostraba que el origen de la lesión era una bala de goma. Prat dejó el cargo el 27 de mayo de 2014

“Creo que en aquel momento el cuerpo corrió muy; erramos, nos equivocamos, dimos una información que no era buena; yo creo que no habíamos sido fríos por analizar bien las cosas”, ha dicho Trapero. Coincidiendo con el tercer aniversario de los hechos, Felip Puig –en declaraciones a Catalunya Ràdio– pidió perdón a Ester Quintana, todo y matizar que lo hacía "desde un punto de vista personal". El último responsable de la policía, que hasta ahora no había hablado, es Josep Lluís Trapero. En respuesta a una pregunta de Jordi Basté durante un programa de radio, el comisario en jjefe de la policía autonómica ha reconocido, este martes por la mañana, que “no hay otra explicación que no sea que fue el cuerpo policial”. La rectificación de Trapero pone punto final a tres años de versiones falsas difundidas por el Departamento de Interior.

El jefede los mossos a girado 180 grados en relación con la postura mantenida hasta ahora y ha entonado el mea culpa: “actuamos con una cierta carencia de rigor en algún punto, quizás también presionados por la inmediatez. El político siempre quiere la información porque debe dar cuentas y, a veces, el profesional debe tener la templanza de decir que no tiene esta información preparada”. Y ha explicado así: “Creo que en aquel momento el cuerpo corrió muy; erramos, nos equivocamos, dimos una información que no era buena y, cuando la volvimos a dar, tampoco era buena porque yo creo que no habíamos sido fríos por analizar bien las cosas”. El responsable de la policía catalana ha querido exculpar los agentes imputados por el caso: “Esto no quiere decir que los bocados sean culpables y se los deba condenar a no sé cuándo".

En relación con el consejero, ha mostrado cierta condescendencia y ha dicho: “Yo creo que Felip Puig –y me sabe mal– se hizo suya aquella información poco contrastada y lo pagó políticamente”. Pero ha querido cerrar la polémica en relación con los Mossos d'Esquadra: “Debe ser el punto final porque el cuerpo ha reconocido que la información no era precisa, aun cuando no estamos en disposición de decir que fue una pelota de goma porque no lo podemos probar y porque tenemos indicios por pensar que no fue una pelota de goma, pero no estamos en disposición de decir con qué fue. Pero sí que estamos diciendo que no hay cabeza otra explicación que no sea que fue el cuerpo policial”.

Por último, pero, ha querido blindar el futuro del inspector y el *escopeter imputados por el disparo a Quintana con la siguiente declaración: “Esto no quiere decir que los bocados sean culpables y se los deba condenar a no sé cuándo. Es que yo, esto, tampoco lo acepto. Evidentemente, aceptaré las resoluciones judiciales y las sentencias, hablo desde un punto de vista más intelectual”.

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