Que los pueblos decidan todo

18/9/2014.- Ayer [por el miércoles] en el parlamento autonómico de Catalunya hubo una votación de bastante trascendencia de cara al referéndum del 9N. En el debate de política general, la CUP se quedó en solitario defendiendo la consulta y ejecución del resultado por encima de cualquier medida externa que pretenda violentar la voluntad del principado. Pese a que en los últimos días, destacados miembros de ERC habían planteado abiertamente la posibilidad de desobedecer al tribunal constitucional español, llegada la hora de la votación, ERC y CiU optaron por la abstención.

Es decir, ERC y CiU se abstuvieron ante “garantizar y asegurar que la consulta se celebrará el próximo 9N con independencia de que el TC suspenda cautelarmente la ley de consultas” y la convocatoria de un pleno extraordinario “sobre las medidas y acciones a adoptar en caso de esta situación”. Va a ser muy difícil solventar tantas décadas de trapicheos institucionales y sumisión a la legalidad española. Solo al pueblo trabajador catalán no le temblará la mano a la hora de votar y ejercer sus derechos. Y es que si al 9N el pueblo organizado no llega fuerte y con determinación, lo previsible es que ERC y CIU en otro acto de cobardía histórica se plieguen a las decisiones de Madrid y con retórica manipularán el “ahora es el momento” por “en otro momento será”. Y tira millas.

La legalidad española afirma claramente que “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible”. Cosa que no le importó en su día a PNV, ERC o CiU y han tenido la cara dura durante todo este tiempo de dar por democrática esta ley fundamental franquista y ese estado anti-democrático. ¿Quién se equivocaba?. ¿La izquierda independentista revolucionaria de Euskal Herria y los Països Catalans?. Claro que no. La ruptura es la única vía y no por capricho sino porque el estado español ha decido que así sea y para ello ha contado con la patética colaboración del nacionalismo burgués mientras que los mejores hijos e hijas de la patria han sufrido y sufren represión.

La consulta catalana vendrá precedida de otras consultas sobre estatus político en Europa. Especialmente de unas que horrorizaron a la hipócrita burguesía europea como las de Crimea y las del Donbass y son pasadas de puntillas por el pensamiento meapilas socialdemócrata mientras giran la cabeza ante los bombardeos y escabechinas asesinas protagonizadas por fuerzas al mando de la OTAN y la UE que no son otras más que la del pseudo-gobierno golpista ucraniano donde el neonazismo abiertamente participa y tiene cotas de poder.

También hoy, en un contexto muy diferente, Escocia está ejerciendo su autodeterminación. Esta situación en Gran Bretaña no es fruto de la bondad democrática del estado británico sino entre otras cosas, de la antigua campaña militar del IRA y la lucha del republicanismo irlandés que en su día abrió espacios de resistencia suficientes como para alcanzar determinados acuerdos que a lo largo del tiempo, se han traducido en opciones para otras naciones como Escocia que han sabido aprovecharlas. Un estado imperialista, y Gran Bretaña lo es, nunca, en ningún momento tiene ninguna vara de medir basada en la justicia sino en lo geoestratégico, en el interés, el desinterés o en el verse forzado. Y eso es lo que se va conjugando con el tiempo. La UE, al ser otro ente imperialista, tres cuartas partes de lo mismo.

No se cuál será el resultado final de la consulta pero una cosa está más clara que el agua. Lo que están haciendo hoy en Escocia de haberse realizado en Euskal Herria nos hubiera ahorrado décadas y décadas de enfrentamiento. Y solo existe un único culpable de que no sea así; El estado español. Un estado cobarde que tiene miedo a que los pueblos decidan y repugnantemente, mediante leyes impuestas y represión, es decir, por las armas, les impone sus ideas. Unas ideas basadas en el puro interés y el lucro. No nos equivoquemos. No existe patriotismo español ni constitucional que guíe al estado, pues un estado que humilla a su clase trabajadora llevándola a la ruina no es patriota. Solo es una clase dominante que se baña en el lujo y la ostentación gracias al sufrimiento ajeno.

Las enseñanzas que se pueden extraer del proceso escocés son múltiples en algunos aspectos. En primer lugar quiero destacar el patetismo de la “izquierda” inglesa que casi unánimemente se ha posicionado tanto en lo identitario como en lo social con la reacción. Está claro que no hicieron caso de las sugerencias de Marx y Engels en cuanto a Irlanda y ahora tampoco con Escocia. Pese a que es irrebatible tanto que Escocia es una nación como que una independencia escocesa aún no socialista supone un avance social neto desde innumerables perspectivas comparado con lo que hay, ya que sería un cambio directo, de mando de la derecha conservadora imperialista inglesa a centro-izquierda escocesa donde se vería muy reducido el imperialismo y las medidas neoliberales. Pero, una vez más, la clase trabajadora de un estado imperialista se siente apéndice de su burguesía al no haber desarrollado la lucha de clases como se debiera y caer arrodillado ante el chouvinismo imperial. Algo que desgraciadamente en los estados español y francés lo conocemos muy bien también y es algo que deberíamos contar con ello para intentar poner medidas e ir neutralizándolo a la vez que se ganan aliados.

Otro de los aspectos a destacar es que como siempre, la lucha de clases es el motor de la historia. El punto central de todo el proceso independentista escocés ha girado en torno a la situación objetiva de la clase trabajadora escocesa siendo la independencia una opción favorable de cara a ello. Es decir, no se ha planteado primero la independencia y “luego ya veremos” sino que “el luego ya veremos” se ha puesto encima de la mesa y eso ha dado energías al independentismo. El contenido y no meramente el continente es lo que hace o no atractivo un proyecto de estado independiente para muchas capas sociales. Y si bien en los debates aún dentro del propio independentismo se ha dado una “lucha interna de clases” entre socialdemocracia y posicionamientos más avanzados, siendo la primera por ahora vencedora, el caso es que de darse una independencia, la lucha de clases no la ganaría la clase trabajadora pero daría un salto cualitativo ya que se produciría un cambio de terreno total más favorable para desenvolverla aunque seguirá siendo costosa. Esto para Euskal Herria es muy valioso pues la capacidad de su izquierda y el movimiento popular es muy superior al escocés siempre y cuando no se den batallas perdidas de antemano (un ejemplo, entre muchos otros, eran las intenciones de la asimilación a la UE del estado vasco que no quiero acordarme quién propuso).

En cualquier caso no queda más que desear la victoria del Yes en el referéndum para ganar esa primera independencia e ir poniendo las bases para como dicen en América latina, la segunda, la final. De la cual James Conolly (Edinburgh, Escocia. 1868- Dublin, Irlanda 1916) sabiamente advertía a Irlanda: “Si mañana echáis al ejército inglés e izáis la bandera verde sobre el Castillo de Dublín, a menos que emprendáis la organización de una república socialista todos vuestros esfuerzos habrán sido en vano. Inglaterra todavía os dominará. Lo hará a través de sus capitalistas, sus terratenientes, a través de todo el conjunto de instituciones comerciales e individuales que ha implantado en este país y que están regadas con las lágrimas de nuestras madres y la sangre de nuestros mártires. Inglaterra os dominará hasta llevaros a la ruina, incluso mientras vuestros labios ofrezcan un homenaje hipócrita al santuario de esa Libertad cuya causa traicionasteis.”

Pase lo que pase, la lucha continuará mañana.

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