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Nacionales PP.Catalans :: 17/05/2014

«Quien no tiene nada que perder tiene todo por lo que luchar»

A. Sánchez
Entrevistamos a Diego Infante, trabajador de Panrico, quien nos cuenta como se está desarrollando la huelga más larga de la historia de Cataluña.

El pasado 13 de octubre de 2013 comenzó la huelga en la que están inmersos los trabajadores de Panrico de la planta de Santa Perpètua de Mogoda, en Barcelona. Entrevistamos a Diego Infante, trabajador de la empresa, que nos cuenta cómo se están desarrollando los acontecimientos.

Pregunta.- ¿Cómo decidisteis comenzar esta huelga indefinida?

Respuesta.- El inicio de la huelga fue una acumulación de circunstancias. El detonante fue la comunicación de que no nos iban a pagar la nomina de septiembre, cuando ya llevábamos más de una quincena de ese mes trabajado. Después se presentó un ERE con 1900 despidos en todo el territorio nacional y una bajada de sueldo de entre el 25 y el 45%. Una vez “negociado”, quedó en 750 personas del área de producción y una rebaja del 18%.

La firma de este ERE por parte de UGT y CCOO, rechazado por dos veces entre los trabajadores de todas las plantas, no hizo sino reafirmarnos en nuestra posición de mantener la huelga. Además, esta planta había sido la única a la que un año antes se le había rebajado el sueldo entre un 5 y un 45% pero sólo a los componentes del área de producción. Durante la “negociación” del ERE se supo que los directivos habían tenido aumentos de sueldo de hasta el 43% en el año 2012, mientras nos pedían moderación salarial y recortes a los trabajadores.

P.- ¿Os están apoyando los sindicatos presentes en el sector?

R.- Apoyo de los sindicatos del sector... más bien poco, por no decir nada. Otra cosa es el apoyo que personas, secciones sindicales, comités y otras organizaciones nos han brindado durante todo este tiempo, como actos de solidaridad y de apoyo. Pero los aparatos de los sindicatos de concertación, han sido y han actuado más bien como elementos aliados con las tesis de la empresa más que con los trabajadores.

Pero no me refiero a algunas personas de esos sindicatos que se han dejado la piel en la lucha. En esta planta hay un numeroso grupo afiliado desde hace más de treinta años y se sienten engañados y estafados, porque consideran que un sindicato está para defender las tesis que los trabajadores les presenten y no para amenazar con retirar su apoyo a lo que defiende la asamblea si no siguen sus directrices.

P.- Esta huelga ha superado ya los 6 meses, ¿cómo la estáis aguantando?

R.- Yo distinguiría dos cuestiones: por un lado el estado anímico y por otro el económico. Respecto al primero, en esta planta se plantean del orden de 150 despidos en el área productiva de un total de unos 200. Y con la nueva rebaja de sueldos nos quedaríamos con unos salarios que apenas superarían los mil euros en los casos mas afortunados. Así que volver al trabajoes jugar a una ruleta rusa en la que con mucha suerte una persona de cada cuatro podría quedarse en el puesto de trabajo ganando mucho menos que hace tres años. Esa es nuestra lucha: conseguir detener los despidos y las rebajas salariales.

Con respecto a la cuestión económica, al inicio de la huelga se creó una caja de resistencia, que controlan tres personas al margen del comité de huelga. Las aportaciones de organizaciones políticas, particulares, ayuntamientos, sindicatos, etc. hacen posible el reparto de una pequeña cantidad de dinero que se usa exclusivamente para la adquisición de comida. Asimismo, hay también un aporte de alimentos que se reparte entre las familias más necesitadas. Hay que destacar que, aunque nos han llegado aportaciones desde los puntos más alejados de la geografía y del más variopinto color político, todavía no hemos recibido ninguna de los aparatos sindicales de CC.OO ni de UGT. Sus afiliados han pedido algún gesto en este sentido y la respuesta ha sido siempre el silencio.

P.- La Inspección de Trabajo declaró vulneración al derecho de huelga, ¿ves justa la sanción a la empresa?

R.- La inspección de trabajo, en acta levantada a finales de noviembre, ya determinó que el hecho de traer productos al mercado catalán, hechos en otros puntos de España y del extranjero para su venta en el ámbito de este territorio, vulneraba el derecho de huelga.

La Generalitat, la única que administrativamente puede sancionar, acordó a mediados de febrero la multa de 6250 euros. La cuantía de esta multa no deja de ser ridícula e insultante. Vulnerar un derecho por parte de los poderosos cuesta poco. Menos que el coste de venta de 15 minutos de producción de donuts. La justicia brilla por su ausencia y la independencia de la Generalitat respecto a los patronos, también. No olvidemos que esa misma Generalitat, mediante la mediación de su Departamento de Trabajo, nos impuso los recortes de 2012, mientras nos garantizaba que, como poco, hasta enero de 2016 no se podían producir más recortes salariales ni despidos en esta planta.

P.- ¿Se sigue vulnerando vuestro derecho a la huelga?

R.- La vulneración de la huelga se sigue dando, al tiempo que la Administración mira para otro lado y otorga. En todo este proceso hay quien ha entendido la solidaridad de una manera bastante curiosa. Las demás plantas que existen en la península han organizado una carrera para ver quién hace más horas extras para poder servir el mercado de Catalunya. Aún no han entendido que, si bien ahora parece que los perdedores somos nosotros, se le está poniendo el cuello en bandeja a la empresa.

P.- En la última votación se decidió continuar con el paro por 154 votos contra 11, lo que demuestra mucha unión entre los trabajadores, ¿cuáles son las claves de esta cohesión?

R.- Desde el inicio se han ido celebrando todos los jueves asambleas en un local cedido por el ayuntamiento y, cuando no se podía, se hacían en la puerta de la fábrica. Se han realizado multitud de votaciones y de distintas formas. A la que haces referencia se realizó el día 27 de marzo. Desde una semana antes la Generalitat y el sindicato CCOO estaban haciendo una campaña mediática en la que afirmaban que una propuesta de la Administración se iba a someter a referéndum el día 28.

En la asamblea ya se constató que la propuesta de la Generalitat no era más que la propuesta de la empresa, ya que contemplaba un montón de despidos y ni siquiera hacía referencia al recorte salarial. Se acordó que la votación se hiciera a mano alzada. Parte de la mesa, el comité de huelga, abandonó la sala. Al final, tras el regreso, se decidió hacerla con papeletas y el resultado es el que tú apuntas.

Y respecto a la cohesión, los intentos de CCOO de romper la unidad llamándonos violentos e ingobernables y la certeza de que la mayoría estamos despedidos hacen que lo que tenemos que perder sea bien poco. Y quien no tiene nada que perder tiene todo por lo que luchar.

P.- ¿Cuál crees que pueden ser las posibles salidas al conflicto?

R.- El abanico de posibilidades es amplio. Nosotros estamos a la espera de la celebración del juicio en la Audiencia Nacional por la impugnación de ERE, juicio que ya se suspendió el día 20 de marzo por la repentina enfermedad de uno de los firmantes, miembro de CCOO. A partir de la sentencia de este juicio será cuando se deberá tomar un camino u otro. La agónica situación económica de algunas familias también influirá en la elección del camino a tomar.

De momento la única salida que se contempla en las asambleas es resistir hasta la readmisión de los 37 despedidos a finales del pasado año y la vuelta al trabajo en las mismas condicioneseconómicas que estábamos antes del inicio del conflicto.

Periódico CNT nº 411 - Mayo 2014

 

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