Rechazo a la presencia del autobús transfóbico de Hazte Oír en Cataluña

Otro portavoz manchado con pintura en el centro de Barcelona. Los Mossos abren un procedimiento sancionador de acuerdo con la ley contra la lgtbifòbia

Rechazo ciudadano e institucional. El Ayuntamiento de Pallejà ha colgado la bandera del arco iris en el consistorio para dejar claro que el autobús transfóbico no era bienvenido en el municipio. De hecho, y ante las restricciones del consistorio, Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír ha convocado una rueda de prensa en una gasolinera dentro del término municipal pero fuera del núcleo urbano. Mientras Arsuaga hablaba con los medios de comunicación varias vecinas se han acercado y le han lanzado huevos y salsa de tomate. Arsuaga ha reaccionado diciendo que se trataba de una muestra de "totalitarismo" por parte de los "cachorros de Ada Colau y Podemos". Mientras esto ocurría, a pocos kilómetros, dos patrullas de los Mossos han inmovilizado el vehículo en el peaje de Martorell, a fin de abrir un procedimiento sancionador por incumplimiento de la ley contra la lgtbifòbia. Los agentes han aprovechado para revisar el tacómetro y otros aspectos del funcionamiento del autobús.

Huevos, salsa de tomate y pintura a los portavoces de la entidad acusada de transfobia. Ignacio Arsuaga acusa a los manifestantes de "totalitarios"

El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, también ha anunciado que impediría la circulación del vehículo por la capital catalana de acuerdo con la aplicación de la normativa sobre publicidad. El autobús de Hazte Oír no ha pedido ninguna autorización para hacer circular este gran panel publicitario por las calles del municipio. El punto de llegada del vehículo debía ser la plaza de Ramon Berenguer en cuartos de una -a junto a la Vía Laietana-, donde desde una hora antes se concentran una cincuentena de manifestantes. Las concejalas del grupo municipal CUP-cambian Barcelona han estado presentes en la movilización de rechazo.

Un cordón policial protege los miembros de Hazte Oír refugiados en un bar de la Via Laietana / Paco Freire

A la una y media una decena de simpatizantes de Hazte Oír han topado con los manifestantes, que han lanzado pintura amarilla a otro portavoz de la entidad. Gritos y increpaciones, hasta que los transfóbicos han tenido que refugiarse en un bar. Eloi, uno de los manifestantes concentrados en el centro de Barcelona ha explicado "hemos dado una respuesta contundente a un mensaje de odio transfóbico, y seguiremos respondiendo de esta manera mientras no retiren del autobús y toda esta campaña merdosa". Una fuerte dotación de antidisturbios ha protegido a los integrantes de Hazte Oír que se habían refugiado en un bar de la Vía Laietana. Cuando pasaban unos minutos de las dos los mozos de escuadra les han escoltado hasta un vehículo policial, los manifestantes lanzaron tomates y huevos con pintura, y los agentes han cargado con las porras, provocando algunas contusiones. A continuación, los miembros de las entidades contra la transfobia han hecho un llamamiento a manifestarse este viernes en cuartos de la tarde en la plaza de Sants. El autobús ha sido inmovilizado el peaje de Martorell hasta media tarde. Después lo trasladaron a un depósito municipal, de donde ha salido a media de la noche sin carteles ni mensajes, con una multa de 1.700 euros y en dirección a Madrid.

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