Un centenar de inmigrantes se manifiesta en Valencia en contra de la reforma de la ley de Extranjería

Alrededor de un centenar de inmigrantes, en su mayoría ecuatorianos y bolivianos, se manifestaron ayer en Valencia en contra de la reforma de la ley de extranjería, ley que consideran "inconstitucional", y para pedir su regularización, lo que evitaría "que afloren empresarios sin escrúpulos que se aprovechan de la necesidad de los inmigrantes", indicó el presidente de la asociación Rumiñahui, Edgar Constante, quien anunció una gran concentración en Valencia el 22 de febrero para reivindicar sus derechos.

La marcha, que comenzó a las 11,00 horas en la plaza de San Agustín de Valencia, estaba encabezada por una pancarta en la que se podía leer 'La esperanza jamás morirá', y en la que también se hacía alusión al accidente de Lorca en el que fallecieron varios trabajadores inmigrantes. La manifestación, que se desarrolló sin incidentes, finalizó en la plaza de la Virgen. Durante el recorrido, se lanzaron consignas como 'Papeles para todos', y 'Queremos papeles para trabajar y a nuestras familias del hambre sacar', entre otras.

Constante denunció "la persecución" de la que son objeto los inmigrantes, y las detenciones que sufren. Así, indicó que las fuerzas de Seguridad, en el estado español, "pueden entrar en los pisos para pedir la documentación y detener a quienes no estén regularizados, en virtud de una reforma de la ley de extranjería inconstitucional, ya que rompe cualquier norma de derecho".

Asimismo, afirmó que en la Comunidad Valenciana la ley de extranjería afecta a 15.000 personas que, "con o sin papeles" son considerados "trabajadores de segunda", ya que a pesar de tener la documentación en regla, "los empresarios se burlan porque no pagan la Seguridad Social y nos dan un salario de miseria".

GRAN MOVILIZACION

Tras denunciar la situación que viven los inmigrantes, Constante anunció que el próximo 22 febrero, Rumiñahui tiene previsto realizar una "gran movilización" para protestar en contra de esta reforma, y para reivindicar sus derechos. Con este fin, explicó, han iniciado un "proceso de unificación" con diversas ONG's, sindicatos, coordinadoras de inmigrantes, la Mesa d'Entitats, y con el foro alternativo.

Igualmente, no descartó la posibilidad de que el colectivo "radicalice" sus acciones. En este sentido, indicó que después de las elecciones generales, pedirán al Gobierno "amnistía para todos los ecuatorianos que están en España".

Constante pidió también que la Delegación del Gobierno "dé respuesta" a los "miles" de expedientes presentados en los que se solicita la regularización de los inmigrantes. Al respecto, dijo que el próximo miércoles, 21 de enero, "estaremos en las puertas del consulado de Ecuador" para instar al Gobierno del país sudamericano "a que se manifieste a favor o en contra de las reivindicaciones de los inmigrantes".

En este sentido, Constante indicó que el pasado jueves, la asociación se puso en contacto con el embajador de Ecuador, Francisco Carrión Mena, quien les explicó que está trabajando para facilitarles el retorno. Sin embargo, dijo, "ésta no es la solución, puesto que supone hacerle el juego al Gobierno español y lo que nosotros queremos es quedarmos aquí con nuestros familiares".

El presidente de la asociación Rumiñahui indicó también que van a exigir que todos los partidos políticos expliquen en sus programas electorales si tienen "alternativas reales" para los inmigrantes y señaló al respecto que la organización ya se ha puesto en contacto con el PSOE e IU, aunque todavía no han recibido una respuesta "clara". No obstante, dijo que espera que en los próximos días se pronunicen, ya que se trata de un "tema político que necesita una solución política".

Edgar Constante hizo un llamamiento a la solidaridad de la población valenciana para que se una con esta causa que "persigue la defensa de los derechos fundamentales de los seres humanos como tales". "Nosotros estamos en un país extraño y necesitamos unirnos a la población para poder decir 'no' a este tipo de leyes", destacó.