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Nacionales PP.Catalans :: 03/11/2019

La criminalización de los pobres en lucha

Judit Lara Espinoza
El verdadero daño, lo están haciendo las autoridades de este país, capaces de dispararle a su propio pueblo indefenso, cultivando más rabia, más violencia

Mi trabajo en el arte textil siempre ha estado vinculado a la educación. Es inevitable porque siempre tuve el ejemplo de mi papá que es profesor.

Así, he tenido la oportunidad de conocer realidades diferentes a la mía, y mi realidad es la de una persona privilegiada. He tenido una vida muy linda donde he hecho todo lo que he querido, solo por haber tenido la fortuna de nacer en una familia que siempre me ha protegido y apoyado en todo. Mis padres son personas trabajadoras, que con mucho sacrificio han forjado su vida.

Siendo así, quería reflexionar sobre un concepto que está muy instalado: «lumpen», refiriéndose a los «delincuentes» y «encapuchados» que destruyen y desvirtúan el objetivo de estas movilizaciones.

Lo que yo he visto en la calle es todo lo contrario: son ellos los que en forma desinteresada y solidaria, nos protegen. Son capaces de ir en primera línea, equipados para resguardar a los manifestantes de los verdaderos violentistas que son carabineros y militares.

¿Quiénes son los que han torturado, asesinado, hecho desaparecer, disparar a los ojos? ¿Es el «lumpen», acaso? Cuando dices «lumpen» te estás refiriendo a los pobres, excluidos y humillados durante toda su vida.

No existe ni conozco nada más violento que la pobreza, que vivir en un lugar hacinado, que vivir en el abandono del Sename, vivir sin tener la certeza de comer si es que no vas al colegio, bañarte con agua helada todo el invierno, y no tener calefacción, porque es un lujo.

Vivir y crecer en la violencia de la pobreza y la exclusión es posiblemente, lo más doloroso que puede vivir una persona.

Aquellos que enarbolan discursos de paz, de diálogo, que consideran deplorable la destrucción del espacio público, y que ponen en primer lugar lo material, me parece que solo están resguardando «la normalidad» y la comodidad que han tenido siempre, y que le conviene a unos pocos.

¿Por qué nunca consideraste inmoral la existencia de las AFP? ¿Por qué nunca dijiste que el cobro de las Isapres es un robo? ¿Por qué nunca te importó el saqueo ( el verdadero saqueo) de nuestros recursos naturales? ¿Por qué nunca opinaste sobre el bajo sueldo de tus compañeros de trabajo? ¿Por qué nunca te preocupó que tus amigos estuvieran endeudados por estudiar? Eso no te pareció violento ni destructivo.

El «lumpen» tan violento y dañino que te carga, es la manifestación de la rabia acumulada por tanta injusticia, es la rabia de no tener oportunidades y que nadie te escuche nunca porque eres pobre.

El verdadero y profundo daño, lo están haciendo las autoridades de este país, capaces de dispararle a su propio pueblo indefenso, cultivando más rabia, más violencia.

La delincuencia y su agresividad siempre existió, producto de la segregación, y la he vivido de cerca. ¿Pero quiénes son los que realmente se han enriquecido robando o aprovechando sus lugares de poder? ¿Es comparable? ¿Es justo?

Porcentualmente, tengo clarísimo quién nos ha robado más.

Salgan a la calle y vean la realidad. Desde nuestras veredas, nuestras actividades y profesiones, tratemos de construir una sociedad justa y solidaria, pero no dejemos que nunca más nos avasallen con mentiras y la fuerza de su armamento.

 

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