lahaine.org
Nacionales PP.Catalans :: 24/11/2003

La lavadora catalana

Oscar Gràcia
Los gritos de independència de militantes de ERC eufóricos con el respaldo de una subida del 100% de los votos, superando de largo el medio millón, mostraban un cambio en la situación del corralito demócrata en Catalunya.

Bajadas de 10 puntos para CiU y PSC contrastadas con fuertes subidas para la izquierda del PSC (Iniciativa per Catalunya) , la opción más nacionalista y reivindicativa de ERC frente a la regionalista derechista de CiU y una pequeña subida de la derecha españolista del PP construyen un cuadro global que parece indicar un debilitamiento del 'centro' político de la democracia burguesa catalana en favor de un movimiento hacia los extremos (más sobre el papel que reales) situados a la izquierda-nacionalista y en menor medida derecha-españolista.

Pasados los peores años del Aznarismo, caracterizados por la subida del péndulo político hacia la extrema derecha neoliberal, criminalizadora de nacionalismos no españolistas y despótica y arrogante en las formas, la sociedad catalana ha reaccionado en las formas previstas por el sistema demócrata: Absorviendo el descontento existente hacia los márgenes definidos por las opciones políticas minoritarias del sistema.

Esta dinámica es bastante parecida al tambor de una lavadora. Cuando las acciones son consensuadas por amplias mayorías de las opciones políticas del sistema o las diferencias son mínimas, la estabilidad y movimiento del tambor también lo es. Es probable que aumente la abstención como consecuencia de la falta de interés entre opciones casi idénticas o por la falta de movilización ante escenarios políticos aburridos, mediocres y previsibles. De todas formas, la casi total ausencia de movimiento ideológico provoca una concentración del voto en los partidos mayoritarios que actúan como referente 'útil’.

Por el contrario, al iniciarse un movimiento hacia un lado (sea por interés demagógico, populista o provocado por movimientos sociales significativos), eso provoca un aumento del debate ideológico y de la búsqueda de respuestas en ambos lados fortaleciendo a los representantes de partidos políticos con una mayor claridad en ofrecer un 'producto' alejado de la mediocridad del lenguaje 'centrado'. El tambor empieza a moverse en un sentido y otro centrifugando los votos con tanta fuerza como mayor sea el número y fuerza de las opciones minoritarias parlamentarias y el 'estirón' a contrarrestrar.

En el caso catalán, alejado del bipartidismo, con un total de cinco partidos en el Parlamento y un fuerte rechazo a las políticas del 'radical’ PP (un 54% jamás les votaría ), se dió el campo abonado para que los movimientos de protesta conducidos en forma de manifestaciones durante los últimos años tuvieran un último impulso para mostrarse dentro de las opciones 'posibles', es decir partidos ya elegidos en el Parlamento que garanticen que serás escuchado en el momento máximo de la ilusión necesaria de estar decidiendo quién ha de mandar.
Así, opciones más comprometidas en el escaparate electoral dentro del terreno de la izquierda y la reivindicación del derecho de autodeterminación se vieron fortalecidas de la misma forma , aunque en menor medida, que el extremo contrario suavizado para la ocasión del PP .

El marginal apoyo de los partidos extraparlamentarios muestra su fracaso en poder hacer entrar propuestas rupturistas en un sistema donde el mensaje 'No tires tu voto' ha calado en la población.

Algunos de esos partidos , trotskistas o comunistas , difícilmente conseguirán algo más que permitir la expresión individual mediante sus papeletas mientras no exista un mínimo respaldo real de una base importante nacida de movimientos anticapitalistas que ya estén funcionando. Ese apoyo y el compromiso de no colaborar con las instituciones burguesas en caso de tener representación podría ser el tornillo que hiciera vibrar algún día el tambor de la lavadora, mientras tanto éste gira y gira pero sin avanzar ni un milímetro fuera de sus límites.

Mientras tanto, el no tener un referente mediático no quiere decir que no exista en absoluto esa base. Sea en torno al sindicalismo combativo, anarquismo militante o como opción individual, el anticapitalismo tiene su oportunidad de ser fortalecido por el vaivén de la balsa que provoca la caída de los derechos sociales, el neofascismo de los grupos económicos y su brazo político o la mediocridad servil neoliberal del PSOE y su versión algo más colorada de IU.

Todo ésto no puede ser fácilmente controlado por los sedantes sociales que tienen los ricos a su servicio, los medios de comunicación. Éstos y la válvula de escape de las elecciones garantizan que las reacciones contra la explotación y el neofranquismo se atenuen con falsas sensaciones de victoria o frustración según sea el caso.

El primer síntoma de una cierta falta de control es la , entre muchas comillas, 'radicalización' catalana. El movimiento a la izquierda nacionalista permitida estaba previsto pero no en la intensidad que ha tenido aún sin ser en absoluto espectacular.

Las masivas manifestaciones ponían a prueba la capacidad de éstas para liberar descontentos en períodos entre-electorales. Los ataques continuos contra sedes del PP o sus representantes indicaban que algo se estaba escapando de las manos, siendo ese algo prácticamente nada en realidad pero importante en tanto el nivel de control policial en el estado es muy elevado.

Son las respuestas al sistema capitalista las que en verdad lo pondrán en peligro algún día, el caldo de cultivo parece suficiente para que exista una alternativa que organice acciones de forma coordinada, con apoyo real de base y objetivos estratégicos.

Mientras esa referencia no exista, los movimientos populares y grupos rupturistas seguirán actuando pero desde una debilidad que en realidad no lo es tanto.

Mientras esa referencia no exista, el teatro electoral permitirá que millones de personas hartas de sufrir las consecuencias del capitalismo metan cada cuatro años lo que creen es su opinión en la urna o caigan en el escepticismo de pensar que todo es una mierda y no hay alternativa a la vulgaridad y el mercantilismo.
Mientras esa referencia no exista, las patronales catalanas seguirán tranquilizando al candidato de turno para que no se preocupe, que ERC son sensatos, que IC son sensatos y que de lobos sólo tienen la piel que cubre su alma de cordero.

Después de reir un rato cambiarán la expresión para mostrar su preocupación en los telediarios por el preocupante auge del independentismo y radicalismo en Catalunya.

Especial para La Haine

 

Contactar con La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal