lahaine.org
Nacionales PP.Catalans :: 03/01/2008

Valencia: Sobre nuestras necesidades y sus negocios

Vent de Ponent
Hace ya varios meses que el Ayuntamiento de Valencia anunció la expropiación de las viviendas de la calle San Pedro con el pretexto del ?interés general?. Después de haber negociado e intentado comprar las casas, la Administración ha decidido apropiarse de las casas por la fuerza mediante un recurso legal como es el de la expropiación forzosa.

Salta a la vista que estas expropiaciones nada tienen que ver con el “interés público” y que están expropiando a personas con pocos recursos (jubilados, trabajadores…) para beneficiar a empresas constructoras y políticos. Para debilitar la oposición al proyecto las instituciones han desarrollado un plan dirigido a asediar a los vecinos de la zona, a cercar su vida cotidiana y a estrangular las voces de los que protestan. Se han dedicado a obstaculizar legalmente el arreglo de las casas, han mantenido las calles de la zona sucias durante años (falta de equipos de limpieza, solares con escombros, etc.), han impulsado el abandono de las casas por la amenaza del plan, han introducido puntos de venta de drogas y han sustituido viviendas por solares dejando un panorama de zona bombardeada, todo para empujar a los vecinos a que se vayan.

A la vez que todo esto ocurría, las instituciones, han aplicado con la población de la zona el lema “divide y vencerás”. En un primer momento promovieron la división entre vecinos “afectados” y vecinos “no afectados” por la prolongación. En realidad el Plan de Reforma del Cabanyal no está dirigido a rehabilitar el barrio en beneficio de sus actuales habitantes, sino pensando en sus futuros pobladores. Si el Plan sigue adelante expulsará a los vecinos de la calle San Pedro primero, luego a los afectados por la prolongación pero poco a poco irá expulsando también a todo aquel que no se ajuste al nivel económico que exigen los gestores del Plan y las leyes del mercado inmobiliario. Serán expulsados, con el tiempo, también aquellos que ahora apoyan el Plan porque no pasa por encima de sus viviendas. Las instituciones han tratado, también, de dividir a los afectados negociando individualmente con cada uno y tratando de quebrar así la solidaridad entre vecinos. Extendiendo noticias falsas por medio de los medios de comunicación también han intentado generar un clima de desconfianza en el barrio. Últimamente están usando el tema de las casas de realojo respecto a los afectados de la calle San Pedro como chantaje y elemento de división.

A pesar de sus intentos de generar confusión cada vez es más evidente que aquí hay dos bandos claramente enfrentados. De un lado están los impulsores del Plan y sus cómplices que buscan trepar en política unos y forrarse, todavía más, los otros. Para políticos y empresarios, unidos en la empresa Cabanyal 2010, los habitantes actuales del barrio son solo un obstáculo antes de cerrar otro negocio más. En el otro lado estamos quienes saldremos perjudicados con la imposición del Plan. Expulsados de las casas que habitamos, del entorno habitual en que vivimos, con pocos recursos económicos para afrontar el cambio de situación y, en definitiva, sufriendo un proceso que contribuirá a la precarización de nuestras vidas. Aquí están oponiendo nuestras necesidades básicas a sus intereses económicos, a sus negocios millonarios.

Solo tomando conciencia clara del bando en que estamos y comunicándonos directamente con quienes están de nuestro lado (pasando por encima de los intentos de división que impulsan los medios de comunicación) conseguiremos fortalecer la oposición al Plan. Si, además, asumimos de una vez que nadie va a venir a arreglar el problema si nosotros no actuamos directamente estaremos dando un paso importante para dificultar los planes de deportación de las instituciones. Actuando con nuestros propios medios y con nuestra mejor herramienta, la movilización en la calle, nos aseguraremos que nuestro mensaje llegue a quien tenga que llegar y que nadie lo utilice para intereses propios

Es poco realista confiar en que los jueces y los políticos vayan a solucionar nuestros problemas. Ellos viven muy lejos de nuestra realidad y su interés está más cerca de los empresarios que pretenden echarnos. Ellos nunca comprenderían lo que significa tener dificultades para llegar a fin de mes, para pagar el alquiler o la hipoteca, ser expulsado de la propia casa sin tener los medios para pagar otra, ser arrancado del entorno habitual con el desarraigo que eso trae consigo. Ellos nunca lo comprenderían. Por eso no podemos confiar en ellos, podemos confiar solo en nosotros mismos y en la solidaridad de otras gentes que viven, en carne propia, situaciones parecidas.

Sólo saliendo a la calle y armando mucho ruido hay posibilidades de frenar este abuso. El asedio al que Cabañal 2010 y las instituciones están sometiendo al barrio hace que el tiempo corra en nuestra contra por el progresivo desgaste que esta situación produce. Hay que darle la vuelta a la situación y hacer que los culpables de la imposición del Plan sean los que sientan la presión de los afectados y de quiénes se solidarizan con nuestra situación.

Es el momento de recuperar la calle y de que esta deportación les salga cara en imagen, les sea incómoda. Sólo así podremos obstaculizar sus planes y mantener nuestra dignidad.

Defendamos nuestro barrio, ni el Ayuntamiento, ni Cabañal 2010 ni ninguna constructora, va a hacer negocio a nuestra costa.

Revista "Vent de Ponent" nº2 / Klinamen.org

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal